Este es mi monstruo Un monstruo que hace de manicomnio

domingo, 28 de agosto de 2016

Afán de descanso

A veces no quiero seguir siendo fuerte. A veces quiero tener alguien a mi lado en quien acurrucarme, que me sujete y me aliviane un poco la vida. A veces quiero tener a alguien que sea mi refugio y dejar de ser el mío propio. Ni siquiera es que tenga tantos problemas, sólo... dejar de sostenerme por un rato. Pero es que miento cuando digo que quiero tener a alguien, porque no es a alguien a quien quiero, sé muy bien quién es. Y ni siquiera quiero quererlo y, a veces, ni siquiera lo quiero.

Un día más con Inseguridad

-Eres tonta.
-Cállate.
-No eres suficiente.
-Cállate.
-Nunca has sido suficiente, ni para él, ni para tu primera carrera, ni para nada.
-Cállate. Deja de ser una imbecil armagada. Soy suficiente y por mucho que te esfuerces en amargarme, no lo lograrás.
-No estoy intentando amargarte, sólo soy honesta.
-Sí, lo intentas. No eres honesta, sólo estás inventando cualquier mierda para hacerme ser tan amargada como tú.
-No es cierto.
-Sí, lo es. Porque nadie es suficiente para que otro esté bien, porque esa carrera no era para mí y porque puedo hacer lo que se me dé la maldita gana y hacerlo tan bien como quiera. Soy suficiente, somos suficiente. Lo siento si no quieres verlo, lo siento si sólo puedes ver lo negativo, pero sí somos suficiente y necesitas volver a creerlo un día de estos.
-Pero es que, cómo hacerlo después de todo lo que ha pasado?
-Viendo y centrándote en todo lo que te demuestra que sí lo eres, que estás equivocada. Diciéndote que sí lo somos hasta que al fin te lo creas.
-Y si no puedo?
-Sí puedes.
-Pero... y si no? Si realmente no lo somos?
-Lo somos. Ahora cállate o te encierro de nuevo.