Este es mi monstruo Un monstruo que hace de manicomnio

jueves, 6 de julio de 2017

De días de mierda y cordura devuelta

Sabes, tuve un día de mierda. Estuve todo el día queriendo hablar contigo, porque sabía que apenas lo hiciera, la cordura volvería a mí. Pero no quería hablarte, porque no quería hacerlo sólo por estar mal y porque me decía que no fuera bebé e interrumpiera tu día, sabes cómo no me gusta ponerme antes que los demás. Pero llegó un minuto en el que colapsé y me rendí y te hablé. Supiste exactamente qué preguntar, qué decir y qué hacer. Me devolviste la cordura, me devolviste la sonrisa e hiciste que me reconstruyera de nuevo y que esta sensación de estar medio rota y medio vacía se fuera. Las cosas siguen sin estar bien, pero me diste las fuerzas para aguantarlas. Como sabía que pasaría, logré volver a respirar al contarte mi mierda de día. Siempre has sido esa persona, la que me da cordura cuando el mundo se esfuerza por quitármela. Me extraña que siga siendo así, pero así es.