Este es mi monstruo Un monstruo que hace de manicomnio

martes, 31 de marzo de 2015

Discusión de mis dos yo

—Quiero hablarle.
—Chica, cuántas veces hemos tenido esta conversación? No.
—Pero por qué no? Es estúpido seguir así. Quiero hablar con él. Quiero volver a tenerlo en mi vida.
—Quieres tenerlo en tu vida? Quieres tener que ser la fuerte todo el tiempo, sin descanso? Quieres tener que animarlo? Que soportar su mal humor?
—No siempre fue así. Sólo lo fue el último tiempo. No era realmente tan malo, sólo estábamos los dos mal y eso nos afectó.
—No me vengas con cosas. Siempre tuviste que subirle el ánimo en una base constante. Desde el principio fue así.
—Sí, y lo manejé bien. Me gustaba hacerlo.
—Eso era entonces. Quieres hacerlo ahora?
—No lo sé, pero no será mejor intentarlo y averiguarlo? Y si ya no es así?
—Es parte de él, va a seguir siendo así. Y quieres acercarte de nuevo para luego alejarte y hacerle daño otra vez? Dijimos que nunca volveríamos a hacerle daño de esa forma. No permitiré que hagas eso.
—Y si no me alejo?
—Y si no resulta? Y si no eres feliz con ello?
—Y si resulta?
—El riesgo es muy alto.
—Es más alto el riesgo de vivir toda nuestra vida arrepintiéndonos de no haber hecho nada y extrañarlo toda nuestra vida.
—Puede ser. Pero si no resulta no será el único que salga herido. Nosotras también, ya nos hicimos mucho daño y él a nosotras. Cuántas veces creímos que le importaría, que haría algo al respecto, que lo entendería, y no lo hizo? Qué si ya no le importa? Qué si no nos extraña, si no nos quiere? Qué si su vida es mejor sin nosotras? Por eso nos alejamos, recuerdas? Su vida sería mejor sin nosotras. Y él mismo dijo que mejoró sin nosotras, no estoy suponiendo esto, nos lo dijo claramente.
—Es verdad, lo dijo. Pero es lógico que sería mejor sin nosotras, llegamos a ser tóxicas y envenenamos su vida. También tienes razón, le dimos muchas oportunidades para demostrar que entendía y nunca lo hizo, cada vez nos trató pésimo, pero es porque estaba enojado y porque nuestra forma de pensar, por muy correcta que pudo haber estado o no, no tuvo lógica para él. Si quieres a alguien te quedas, no te vas, cierto? Nosotras nos alejamos. Qué lógica tiene eso? Por supuesto que se enojaría.
—Si envenenas la vida de alguien que quieres y no puedes dejar de hacerlo, por mucho que quieras e intentes, te vas. Es lógico.
—No. No te vas. Luchas por dejar de ser veneno.
—Lo intentamos, recuerdas? No funcionó.
—No, no lo hizo. Pero pudimos haber intentado más.
—Lo intentamos todo lo que pudimos.
—No. No lo hicimos. Pudimos haberle hecho frente. Pudimos haber sido niñas grandes y haber enfrentado el problema.
—Estábamos mal. No éramos capaces de hacerlo.
—Deja de justificarnos!
—Y tu deja de justificarlo!
—No puedo no justificarlo. Acaso no lo entiendes a él?
—Por supuesto que lo entiendo, pero también nos entiendo. Y si estamos de su lado, no estamos del nuestro. Prefiero traicionarlo que traicionarnos.
—Pero si lo traicionamos, nos traicionamos. Es la misma cosa.
—Ese es nuestro mal. Empezamos y terminamos con él. Necesitamos dejar de hacerlo. Necesitamos superarlo. Por eso no hablaremos con él.
—Cuánto llevamos intentando superarlo?  Año y medio? Dos años? Aún nada.
—Hay que intentarlo más fuerte.
—Por qué quieres alejarte? Por qué no luchas por esto? Qué si esto significa algo?
—Porque no funcionó! Porque ya sufrimos demasiado. Porque con él solo hay daño, para nosotras y para él.
—Pero antes de todo lo malo estuvimos años perfectamente bien. Qué si sólo fue lo correcto en el momento equivocado? Qué si ahora que crecimos funciona?
—Qué esperas? Que nos reciba con los brazos abiertos? Que nos diga que nos ha extrañado y nos quiere de vuelta? Que esté tan mal como nosotras si no estamos juntos? No va a pasar. Quítatelo de la cabeza.
—No, pero tal vez nos extrañe y quiera tenernos en su vida. Quizás seamos amigos de nuevo, y con eso me conformo.
—Ya, y qué le vas a decir? Hola, quiero estar en tu vida? En serio?
—Aún no lo sé, pero lo extraño. Quiero volver a tener conversaciones profundas con él. Quiero volver a ser un par de raros que se comunican como si la vida fuese un poema. Quiero volver a experimentar su lado bondadoso, sacrificado, desinteresado. Quiero asegurarme de que tenga una sonrisa en la cara y que sepa que no está solo, que hay alguien a quien le importa, que a alguien le preocupa, que alguien vela por él.
—Por qué eres tan buena? Por qué sólo recuerdas lo bueno que pasó?
—Por qué tu no? En nuestra historia con él, lo malo ha sido sólo una pequeña fracción del tiempo y lo bueno ha sido casi todo.
—Sólo intento protegernos.
—Yo también. Qué te dice que ésta no es la mejor forma para hacerlo?
—Qué te dice a ti que lo es?
—Tal vez no lo sea. Pero hay que intentarlo. Nunca sabremos si no lo intentamos.
—Y volver al principio y volver a sufrir y pasar todo lo malo otra vez?
—Quién te dice que eso va a pasar? Somos distintos ahora. Puede que funcione. Puede que sea mejor que antes. Sólo pido que lo intentemos.
—Y si es tan distinto que no lo reconocemos? Y si ya no tiene nada de lo que tenía antes?
—Eran parte de él. Nadie cambia tanto. Nosotras seguimos siendo como antes, sólo que mejores. Qué te hace pensar que él no?
—Que solíamos poder leerlo y anticiparnos a lo que haría. Ahora no. Ahora hace justo lo que creíamos que no haría.
—Sólo aprendió a vivir y a divertirse, cosa que nosotras no hicimos. No quisimos hacerlo, pero todos lidian con los duelos de forma distinta. Él hizo cosas, nosotras dejamos de hacerlas. Es normal.
—No lo sé.
—Vamos. Arriesguémonos por una vez.
—Chica, siempre lo hacemos cuando se trata de él y siempre nos defrauda.
—Antes no lo hacía.
—Terminé con darle nuestro corazón en bandeja de plata y que lo haga añicos.
—Y convertirnos en una de esas personas que no entendemos y odiamos? En serio?
—Si eso nos protege, si!
—Así no es la vida!
—Cómo es, entonces? Como esos lindos libros de amor que lees? O como las series que ves? Ah, no, espera, es como las películas. Donde todo es perfecto y si no lo es, sabes que lo será.
—Casi no veo películas, no me vengas con esas! Y no digo que la vida sea un libro o una serie. Sólo digo que intentamos estar sin él y llevamos haciéndolo muchísimo más tiempo del que deberíamos. Es ridículo. No digo que seremos felices sólo si él está en nuestra vida, porque ya somos algo bastante parecido a eso. Sólo digo que es ridículo extrañar a alguien y no hacer nada al respecto.
—Y sabes que para  poder estar en su vida tendremos que ser ultra dramáticas y darle enormes discursos y hablar de todo, no?
—Supongo que es una opción, aunque no quiero todo ese drama. Pero tal vez no lo sea.
—Tal vez sí.
—Deja de suponer cosas! No sabemos nada de él. No podemos suponer pensamientos o acciones suyas.
—Ok, ok. Haz lo que quieras. Pero no vengas a mí para que recoja tus pedacitos.
—Si quedo en pedacitos, tú también. Tendremos que recogernos juntas. Y quién dice que terminaremos así? Sabemos que podemos vivir sin él. Siempre lo supimos, sólo no queríamos hacerlo. Ahora si no nos quiere, simplemente sabremos algo que ya suponíamos y seguiríamos adelante, sabiendo que lo intentamos y no estaba destinado a ser.
—No, creeremos que no lo intentamos lo  suficiente y volveríamos a intentarlo en un tiempo.
—Lo siento, no me puedo dar por vencida con esto.
—Lo sé.
Por favor.
—Estás segura? Lo quieres a él? No quieres lo que teníamos con él?
—Tal vez quiera lo que teníamos con él, pero también lo quiero a él. No te digo que lo necesite ni esté enamorada ni nada por el estilo, sólo quiero un poco de él en mi vida. Siento que nos haría bien, que nos hace falta un poco de él.
—Tengo miedo.
—Yo también.
—Y si nos defrauda? No quiero que nos defraude.
—Ya lo ha hecho muchas veces, pero no por eso debemos rendirnos. Si pasa, lo superaremos, estoy segura de ello.
—Está bien. Hablaremos con él.


viernes, 27 de marzo de 2015

Indignación


He corrido a ti, he llorado por ti, he hecho innumerables cosas por ti y por mucho que lo he intentado, sigo acudiendo a ti. Es mucho pedir que demuestres interés por mí?

Fantasma

Veo a una parte que es o solía ser de tu vida y no sé siquiera si puedo acercarme, si puedo tener un poquito de tu vida a través de ello, si soy aceptada o si ya fui olvidada. Quiero tanto acercarme, pero no sé las reglas de este mundo, así que no sé si me corresponde ni cómo hacerlo...

Corriente de preguntas

Te quiero a ti o quiero a tu recuerdo? Te quiero a ti o a lo que me hacías sentir? Te quiero a ti o a tener a alguien a mi lado? Te quiero a ti o a alguien que me cuide? Te quiero a ti o a un mejor amigo?
Creo que no te quiero a ti, pero si es así, entonces cómo es que anhelo tu respuesta a algo o tu reacción? Cómo es que anhelo tus gustos, tus habilidades, tus abrazos, tus opiniones? Dime, cómo?

Explícame

Dime, estamos destinados a estar juntos o no? Porque actúas como si no lo estuviésemos, pero toda mi alma está segura de que estás en mi futuro.
Entonces, dime, para decirle a mi alma que deje esa idea o siga con ella, que no puede seguir soportando sufrimiento en vano.

Resignación

A veces creo que todo esto es un error, que estoy perdiendo nuestro tiempo. Que estoy gastando tiempo que podríamos tener juntos y no usamos por ser idiotas. Pero luego me acuerdo de que tu tampoco lo estás usando y ni siquiera intentas hacerlo, así que, qué me queda? Convencerme de que esto es lo correcto.

Ubi sunt

Dónde quedaron todas las cosas que vivimos juntos? Dónde quedó quienes éramos? Dónde guardaste todos los recuerdos, todas las caricias, todos nuestros sueños? Qué hiciste con ellos? Los olvidaste, sin más? Los recuerdas siquiera? Cómo puedes hacerlo y no hacer nada al respecto?

Amargo arrepentimiento

No creo en arrepentimientos, porque si hice algo fue porque tomé la decisión consciente de hacerlo. Hay un por qué lo hice, un motivo, una reflexión. No puedo arrepentirme de algo que quise, así que no lo hago. Pero hay una cosa de la que ya llevo un buen tiempo arrepintiéndome.
Parte de tu mundo se estaba cayendo a pedazos y me lo dijiste, pero no fui capaz de hacer nada más que quedarme en mi casa sentada y escribirte cosas lindas. Qué clase de ayuda es esa? Claro, sé por qué lo hice, sé que en ese minuto no era capaz de hacer más y tú me has dicho que fui quien más hizo, pero no hice nada. Debí haber corrido a ti, debí nunca haber dejado tu lado. Debí haber hecho tantas cosas, pero no lo hice y lo odio.

Viajes y despedidas

Una despedida más.
Una vez más que debo decirte adiós. Han sido tantas ya que he perdido la cuenta, pero sigue siendo igual de doloroso que la primera.
Cada día te veo menos, porque te vas más, pero no lo hace más fácil, no lo hace menos doloroso, no hace que me acostumbre a ello. Sólo hace que me duela más cada vez que dices que tienes que irte, cada vez que nos vuelves a dejar, y que esté ya completamente familiarizada con todo eso.
Cada vez que tienes que irte y que tengo de decirte adiós, duele, duele de forma inexplicable, y por ello odio decirte adiós. A veces no soy capaz de hacerlo y por ello me quedo en casa, me voy lejos, cualquier cosa, el fin es no estar ahí para despedirte, porque así mi corazón se desgarra menos.


viernes, 20 de marzo de 2015

No me sueltes


No me sueltes, nunca me dejes ir. Pues en tus abrazos encuentro paz, en tus brazos encuentro alivio, en tus brazos me encuentro a mí.
Por favor no me sueltes. Nunca, nunca me dejes ir.

martes, 17 de marzo de 2015

Ser invencible

Me creí invencible.
Creí que si hacía como si nada me importara, tanto como para yo realmente creer que no me importaba, estaría bien, que nadie podría hacerme daño, que sería mejor que todos, que sería más fuerte que nadie. Pero en algún punto del camino comenzaron a importarme las cosas, dejé de ser capaz de cerrarme, derribé los muros de mi mundo y supe que si ello acababa, quedaría destrozada, pero no podía hacer que me importara.
Ahora todos los muros están abajo y tal vez sea capaz de reconstruirlos, pero no quiero. Prefiero sufrir por siempre a ser indiferente, porque si me importa significa que encontré algo que valía la pena, algo que valía todo el sufrimiento del mundo.
Pero perdí eso por lo que valía la pena sufrir y me siguen importando las cosas. En el camino lo único que gané fue una reputación de indiferente, de insensible, de fría y calmada siempre. Pocos creen que tengo un corazón, que soy frágil, que las cosas me afectan. Y a veces me gustaría volver a ser invencible, a que nada me afecte. Lo malo? Es que al final sólo era invencible contigo, y tú ya no estás.


sábado, 14 de marzo de 2015

Mezcla

Cuando decidí marchar hubo un problema que nunca imaginé que habría. Claro, supe que dolería mucho, que lo extrañaría, que sería un largo camino hasta estar bien, hasta ser yo otra vez, que pensaría en ello todos los días y probablemente me odiaría. Lo que nunca imaginé fue que una vez que todo eso pasara, vagaría por el mundo siendo alguien que no sabía que era, siendo en una parte yo y en otra parte tú.
Nunca supe lo mucho que me cambiaste, lo mucho que me afectaste y cuán profundamente lo hiciste hasta que ya no estuviste más aquí y tuve que enfrentarme a todo sin ti. Nunca supe lo parte de mí que eras hasta ahora. Y ahora me enfrento al mundo aún más rara de lo que era antes.
Soy una mezcla de dos raros y necesito a mi medio-raro para ser un poco menos rara, para sentirme un poquito más parte de este mundo.

Dos mitades

Hay tanto de ti en mí y supongo que hay tanto de mí en ti.
Estuvimos tanto tiempo tan juntos que dejamos de ser dos personas y comenzamos a ser sólo una. Dejamos las diferencias de lado y creamos dos mitades de la misma persona que estaban perfectamente sincronizadas, sólo ligeramente separadas. Yo adopté todo lo bueno de ti y tú todo lo bueno de mí y dejamos de ser tú y yo y comenzamos a ser sólo uno, con dos mitades yendo exactamente igual.
En algún punto dejamos de ir igual, dejamos de ir juntos y comenzamos a ir cada uno por su lado, solos. Y aquí es donde me pregunto cómo puedes hacerlo, cómo puedes vagar sin problemas por el mundo sin tu mitad, porque yo sigo teniendo problemas para hacerlo.
Me pregunto cómo, siendo tan parte del otro, estamos separados, estamos cada uno por su lado. Cómo podemos no estar juntos siendo uno sólo.

viernes, 13 de marzo de 2015

Flash backs

Flash backs de una vida que ya no tengo, flash backs de una vida que quise tener, flash backs de una vida que nunca tuve, flash backs de una vida que a veces me gustaría volver a tener. Flash backs que vienen según gusten, que no me dejan tranquila, que cuando creo que ya no volverán, vuelven. Flash backs que no me dejan en paz.

jueves, 12 de marzo de 2015

Indirectas y bromas

Cuando las cosas están tan mal como pueden estar, cuando estamos tan alejados que ya no sabemos hablar aunque sea lo único que queramos, cuando ya no reconocemos lo que tenemos, hablamos con indirectas y bromas. Lo único que logramos con eso es alejarnos aún más, sin darnos cuenta. Nos aleja, pero no queremos que lo haga y no somos capaces de ver lo que realmente nos hace eso. No somos capaces de hacerlo porque no queremos hacerlo y cerramos los ojos, porque no queremos ver. Mientras tanto, seguimos hablando con indirectas y bromas, hasta que ya no hablamos y nos preguntamos por qué fuimos tan estúpidos, por qué no dijimos las cosas como eran, por qué tomamos el camino de alejarnos.

miércoles, 11 de marzo de 2015

Déjame en paz

A ver, pasado, dime, por qué vuelves? Por qué vienes a molestar y pareces mejor de lo que realmente fuiste? Por qué vienes y restriegas tu cara en mi mente, habiendo borrado todo lo malo que realmente fuiste? Por qué eres tan cruel? No ves que te he estado dejando atrás? No ves todo lo que me ha costado superarte? No ves que estoy intentando con todo lo que tengo que mi futuro sea mucho mejor de lo que tú fuiste?
Pero no, claro. Tienes que venir aquí y poner cara bonita y hacerme extrañarte, hacer que me cuestione todo lo que he hecho y todo lo que tengo, todo lo que vino después de ti. Por qué, maldito pasado, por qué vuelves? Mejor vete por donde viniste y déjame en paz. Acepta que estás muerto, estás en el pasado y no te quiero aquí. Deja de intentar divertirte a mi costa.
Déjame en paz, de una maldita vez por todas.

martes, 10 de marzo de 2015


Soledad

Soledad, querida amiga. O enemiga? Ya no lo sé. Solías darme consuelo, pero lo único que haces ahora es... Darme soledad. Miedo, desconsuelo, frío, oscuridad, entumecimiento.
Solía adorarte, junto con la paz que me traías. Era mucho mejor tratar contigo que con la gente que me rodeaba, a quienes tenía que entretener, a quienes tenía que hacerles preguntas o responder a las suyas. Solía encontrar tan complejo ese intercambio de palabras que es la comunicación, pero ahora daría lo que fuera por tener más de ello y menos soledad, menos silencio.

Asfixia

Asfixia, esa es la siguiente etapa. Una asfixia que no me deja estar, que no me deja tranquila, que no me deja pensar en nada más que en ella. Una asfixia que llena todos mis sentidos y me impide hacer todo. Pensar, soñar, jugar, reír. Nada de eso lo puedo hacer por culpa de ti, asfixia. Estás feliz?

No entiendo nada

Quiero gritar, quiero llorar, quiero romper y quiero tirar cosas. Quiero alejarme de todo esto que siento que me está envenenando, pero no puedo. No puedo porque así funciona el mundo, tengo que acomodarme a él si no quiero marchitarme y perecer en él, pero eso parece estar fuera de mi alcance, parezco no ser capaz de ello.
He estado un buen tiempo en este mundo y aún no puedo acostumbrarme, aún no puedo entenderlo, aún no puedo hacerme parte de él. Supongo que es el precio a pagar por pensar diferente, pero eso no es consuelo alguno.
Quiero gritar y destruir todo a mi alrededor, a ver si así me puedo liberar de este mundo de locos en el que no entiendo nada.


Manicomnio

Esto es un manicomnio. Un manicomnio sin pies ni cabeza. Sin sentido, sin claridad, sin luz al final del camino. Me pierdo sin encontrar luz, sin encontrar algo que me mantenga anclada, sin poder respirar.
Hay una pared de vidrio en la que puedo ver todo este loquerío pasando a mi alrededor, pero no puedo ser parte de él y encontrar consuelo o escapar o gritar. No tengo a dónde ir, no tengo a nadie cuerdo a mi lado para gritarle, no tengo nada más que hacer que sentarme aquí a ver al manicomnio a mi alrededor.
Sólo puedo asfixiarme encerrada sola en esta habitación de vidrio, viendo la locura y el sin sentido.

jueves, 5 de marzo de 2015

Alguien que me calme

A veces me siento en un lugar tan frío, tan solitario, tan feo, tan malo…
A veces tengo miedo, miedo de estar haciendo las cosas mal, de echar a perder lo que tengo, de quedarme sin oportunidades y terminar en la ruina, de no encajar con el mundo, de nunca encontrar mi lugar ni saber qué hacer.
Tengo miedo. Tengo tanto miedo de nunca encontrar mi lugar, de que nunca haya un lugar para mí. Y siento que ya he sido demasiado fuerte durante demasiado tiempo por mi cuenta y necesito a alguien que lo sea por mí. Necesito a alguien que me reconforte, que me abrace, que me diga que todo estará bien y que lo resolveremos juntos.
Necesito a alguien que me haga creer que no importa realmente, que sí voy a encontrar mi lugar, que quite mi mente de esos pensamientos. Necesito a alguien que me calme.