El final de la partida

Y la partida terminó. Siempre fue una partida con todo en contra, pero se luchó la batalla con tanta valentía y ferocidad, como si perder no fuese una opción. Se luchó hasta el final, hasta el último segundo, y si bien el final fue doloroso y terrible, también fue rápido y pacifico. Fue un gran guerrero, un ejemplo a seguir y alguien a quien se extrañará profundamente. El rey ahora está descansando y ninguno de sus problemas lo puede alcanzar, y su ejército seguirá con una pieza de menos, extrañándolo eternamente.