Cuanta falta me haces

Hubo una vez que dije que ojalá te dieras cuenta que te estaba tratando pésimo y que no valía la pena, me ingoraras, superaras, fueras feliz sin mí y yo me quedara aquí sufriendo por no tenerte conmigo y así aprendiera a no ser tan imbécil.
Bueno, ahora estoy en la parte de sufrir (hace rato, pero antes seguías aquí) y no sabes cuanto quiero volver a cuando estábamos bien (o volver a estar bien, simplemente) y cuanta falta me haces.
Ya va poco más de un mes sin hablar contigo y aún eres lo primero y lo último en lo que pienso. Eres al primero que le cuento todo (en mi mente, claro) y cada vez que tengo un problema (emocional, físico, académico) eres al que recurro. Vivo de conversaciones nuestras hechas en mi cabeza y haciendo planes entre los dos. Mi corazón y mi cabeza aún no entienden que ya no estás aquí, y la mayoría del tiempo pienso que jamás lo entenderán.