No soy tan madura

A veces pienso en hablar contigo. Iría a algún lugar donde sepa que estés, de la nada, y te obligaría a hablar conmigo, por mucho que te enoje. Sé que tú nunca me obligarías, pero chico, no soy tan madura como tú.

No lo hago, porque los pros de tenerte en mi vida son menos que los contras de lo que tenga que hacer para que vuelvas a ella.

Pero sí, mis pensamientos son últimamente de arruinarte el día interrumpiendo lo que sea que estés haciendo y exigiendo que hables conmigo. En ellos consigo gritarte y ser un poco una perra contigo. Consigue liberar tensiones, sabes? Pero no, no tengo ganas de un mal rato.