Fuiste una excepción a mi regla. Me cautivaste. Me sentí
cómoda y bien contigo, llena de energía y distinta a esta persona tranquila y
solitaria que suelo ser. Luego esos minutos acabaron y volví a mi mundo, el
cual tenía un poco menos de color, gracias a ti. Me cuesta volver, pero al
menos por ahora es lo que hay que hacer.
Me dejaste con una invitación a tu vida de nuevo, y si fuera
cualquier otra persona lo más probable es que la rechazaría, pero contigo no
quiero decir que no, no quiero perdérmelo. Siento que si lo rechazo entonces
voy a arrepentirme, pero a la vez no estoy tan segura de la fiabilidad de esa
invitación, no sé cuan real es. No has vuelto a confirmarla y eso me hace pensar que no me recuerdas o
que no te importa, aunque en el tiempo que pasé contigo me demostraste todo lo
contrario.
Sé que si fuese la de antes, sería mucho más segura conmigo
misma sobre esto y no habría caído tanto de mi mundo contigo a mi mundo sin ti,
me llego a sentir un poco patética, pero lamentablemente ya no soy esa chica y
no sé qué hacer. No quiero intentarlo demasiado, pero no quiero perder una
buena oportunidad.
0 comentarios :
Publicar un comentario