Escribiré

Todos tenemos a ese alguien especial, quien ha influido tanto en nuestras vidas que nos ha cambiado completamente. Ese alguien que nos afecta más que nada. Ese alguien que tiene un lugar tan importante en tu corazón que si se va dejas de ser la misma persona, te rompes completamente. Yo ya no lo tengo, y en mi lucha por la cordura le escribo a él.

Le escribo a mi hermoso, puro y encantador idiota.

Este solía ser el motivo de mi vida y el propósito de este blog. Esto me ayudó mucho, me salvó en el peor momento de mi vida. Pero ya no te escribiré. Ya no vales la pena ni me interesas. Te has convertido en un imbécil, el cual probablemente ni aprecie que alguien le escriba, o al menos que yo le escriba.

Así que ahora lo dejo. No voy a perder el tiempo escribiéndole a alguien que no vale la pena. En cambio, ahora le escribiré a quien quiera leerme. Le escribiré a ese alguien que se siente solo, incomprendido, distinto, rechazado, que está sufriendo o que simplemente quiere leerme. Le escribiré a quien sea que me encuentre e intentaré que se sienta mejor, identificado con alguien o que encuentre algo por lo que luchar. Escribiré lo que piense, lo que sienta, lo que me guste. Escribiré lo que me apetezca, cuando me apetezca y como me apetezca. Escribiré para desahogarme, para darle mi voz al mundo y para mostrar mi forma de pensar, mis creencias, mis principios, mis sentimientos y mis opiniones. Escribiré mi confusa y enredada cabeza, la cual a la vez es maravillosa y distinta. Escribiré mi forma de ver al mundo.

Escribiré lo que soy.