Pasé miles de vacaciones soportando verte trabajar todo el
tiempo.
Tuve que hacer mis propias vacaciones yendo con amigos
mientras veía cómo el resto salía con su familia, porque tenías que trabajar.
Tuve que soportar estar días sin verte por culpa de tu
trabajo.
Tuve que soportar no poder pasar fin de semanas en familia
porque tenías que ir a algún lugar por tu trabajo.
Tuve que soportar que viajaras a otros países y casi no
hablar contigo por quién sabe cuánto tiempo, porque tenías algo que aprender o
ver para tu trabajo.
Tuve que soportar comer sola porque llegabas demasiado tarde
del trabajo.
Tuve que soportar que te fueras de cenas y comidas familiares
porque algún cliente te llamaba.
Tuve que acompañarte a lo que sea que hicieras para poder
pasar algo de tiempo contigo.
Tuve que verte miles de veces trabajando hasta las dos,
tres, cuatro de la mañana y acompañarte varias veces para estar contigo y que
pudieras dormir algo.
He odiado tu trabajo por mucho tiempo y sólo te he pedido
que no trabajes tanto en vacaciones y que no trabajes en comidas familiares.
Por culpa de tu trabajo sé que nunca podré tener un trabajo que me tome tanto
tiempo o viajes, porque dejaría a mis hijos sin una madre presente, y que jamás
podría casarme con alguien con un trabajo así.
Lo único que realmente te he pedido es que no viajes en una
fecha importante. No importa si llegas el día anterior y te vas el día después.
Estuviste reacio a ello, pero te lo estaba pidiendo, así que al final cediste.
Se supone que no viajarías en esa fecha, pero ahora me dices que te vas justo
ese día en la noche y que no es la gran cosa, que almorzarás conmigo. Claro, no
es la gran cosa tener que ver cómo te vas a otro país y pasar la mitad de un
día importante en el aeropuerto por culpa de ello. Cierto que no soy lo más apegada
a ti que se puede ser, que no me afecta que te vayas y que es súper genial
pasar un día importante en el aeropuerto cuando no eres tú quien viaja.
He hecho todo lo que he podido por estar contigo, pero
pareciera como si tu trabajo siempre va primero. No puedo dejar de sentirme
traicionada por ello. No puedo dejar de pensar que mi héroe me traicionó. No
puedo dejar de pensar que tu trabajo es más importante para ti que yo.
0 comentarios :
Publicar un comentario